Las cifras te convencerán de girar por Centroamérica

Lo decimos una y otra vez: la música regional mexicana goza de una profunda aceptación en toda Centroamérica. 

Desde las rancheras clásicas y la banda, hasta los corridos tumbados, este género forma parte de la banda sonora cotidiana en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, Costa Rica y Panamá. A pesar de la conexión cultural evidente, muchos artistas del regional aún no han prestado suficiente atención a este mercado.

Hoy más que nunca, Centroamérica representa una gran oportunidad estratégica para los exponentes del regional mexicano, por dos razones clave. Primero, por la creciente dificultad que enfrentan muchos artistas para obtener o mantener visas de trabajo en Estados Unidos. Y segundo, porque esta región no solo ofrece un público receptivo, sino que también funciona como puente natural hacia Sudamérica, otro mercado en expansión para la música mexicana.

Reforzar la presencia en Centroamérica no solo es una decisión lógica: es una jugada necesaria.

Un mercado en crecimiento para los eventos en vivo

Centroamérica se perfila como una región con gran potencial para los espectáculos musicales. De acuerdo con proyecciones del sector, en 2024 los ingresos generados por eventos musicales en vivo en esta región alcanzaron más de 42 millones de dólares, y se espera que esta cifra continúe en ascenso con una tasa de crecimiento anual del 3.25 %, superando los 47 millones de dólares para 2028.

Este crecimiento sostenido refleja una demanda creciente por experiencias en vivo. Sobre todo entre públicos jóvenes que escuchan música mexicana a través de plataformas digitales. De hecho, se estima que más de 1.5 millones de personas asistirán a conciertos y festivales musicales en Centroamérica este año, con un ingreso promedio por usuario cercano a los 30 dólares por concierto.

Todo esto representa una gran ventaja para los artistas del regional mexicano: hay un mercado dispuesto a pagar por boletos y que ya consume activamente este tipo de música. Solo hace falta establecer las rutas, alianzas y estrategias adecuadas para capitalizarlo.

La explosión del regional mexicano: todos los estilos encuentran eco

El auge del regional mexicano no se limita a un solo estilo ni a un tipo de audiencia: es un fenómeno amplio que abarca desde las raíces más tradicionales hasta las propuestas más frescas y urbanas, y Centroamérica ha demostrado ser un territorio especialmente receptivo a toda esa diversidad.

Artistas consagrados como Alejandro Fernández, con su estilo ranchero moderno, siguen siendo figuras convocantes en la región. La banda sinaloense —representada por agrupaciones como La Arrolladora, Banda MS o El Recodo— mantiene una base sólida de fans en países como Guatemala, El Salvador y Nicaragua, donde estos sonidos forman parte del paisaje musical cotidiano.

El estilo grupero, por su parte, ha vivido un renacer reciente con giras altamente exitosas de Los Bukis y Los Temerarios, dos agrupaciones legendarias que han vuelto a encender la nostalgia tanto en Estados Unidos como en América Latina, con multitudes respondiendo con entusiasmo a sus reencuentros y giras de despedida.

En paralelo, los corridos tumbados, encabezados por nombres como Peso Pluma, Natanael Cano y Junior H, están generando un impacto notable entre los jóvenes centroamericanos, conectando a través de TikTok, YouTube y Spotify. También es importante resaltar a los solistas contemporáneos que están redefiniendo el sonido del regional mexicano, como Carin León y Eden Muñoz, quienes fusionan géneros, experimentan con nuevos arreglos y han ganado una gran proyección internacional.

Y lo más interesante: incluso agrupaciones menos conocidas en México están encontrando eco en esta región, donde el público no se guía solamente por las tendencias del mercado mexicano, sino por la emoción que transmite cada propuesta musical.

Esta apertura convierte a Centroamérica en un semillero ideal para experimentar, probar repertorios y construir una base de seguidores fuera del circuito tradicional. En un momento donde el regional mexicano ha crecido más de un 400 % a nivel global en plataformas digitales, los artistas tienen en esta región una vía directa para expandir su alcance y consolidar su carrera internacional.

Es momento de mirar hacia el sur

Centroamérica no es solo un territorio donde la música regional mexicana es querida: es un mercado activo, en crecimiento y estratégicamente ubicado. Mientras las giras en Estados Unidos enfrentan cada vez más obstáculos migratorios, esta región ofrece una alternativa sólida, con públicos diversos, jóvenes conectados y una historia comprobada de éxito para artistas de todos los subgéneros.

Además, establecer presencia en estos países puede ser el primer paso hacia una expansión mayor por Sudamérica, donde el regional mexicano también va ganando terreno

Hoy más que nunca, mirar hacia Centroamérica no es solo una opción viable: es una decisión inteligente. La audiencia ya está ahí. Solo falta que más artistas se animen a encontrarse con ella en vivo.

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